Dejar de beber es un proceso muy complicado y lento donde hay recaídas. La ayuda profesional será fundamental no sólo para que la persona afectada deje de beber sino también para que las personas que viven con él sepan afrontar la situación de la forma menos dolorosa, pues la herramienta más importante para el alcohólico es el apoyo familiar social.
Algunas pautas a tener en cuenta cuando se vive con un problema así:
- Es importante que los familiares más relevantes (familiares cercanos) sepan que hay un problema y no ocultarlo, así podrán ayudar a resolverlo.
- Los familiares tendrán que confrontar el problema y no mirar para otro lado.
- Es importante entender que el alcoholismo no es una elección. Es una enfermedad y dura toda la vida.
Tener una persona con problemas de alcohol cercano, puede resultar difícil de sobrellevar y generar mucho desgaste emocional. Las personas bajo los efectos del alcohol pueden volverse agresivas, generar vergüenza, volverse irritables, etc. |
- La comunicación será una pieza clave en la familia y tendrá que ser fluida. Es necesaria más que nunca la cohesión familiar.
- Se hablará con la persona afectada por el uso excesivo de alcohol explicándole nuestra preocupación y ofreciéndole ayuda, no recriminando ni a modo “policial”.
- No se utilizará chantaje o amenazas hacia la persona afectada y no se le esconderá el alcohol.
- Cuando se hable del tema, el mensaje a transmitir debe ser claro, conciso y firme, pero siempre sin juzgar y de forma tranquila.
- No abandonarle, que es lo más difícil en estos casos. Un profesional puede ayudarte a afrontar la situación.
- Es importante la participación de todos los familiares en el programa de tratamiento. Con ayuda de la familia es más fácil salir a flote.