Cada día casi cuarenta menores sufren maltrato en el entorno doméstico.
Según el Registro Unificado de casos de sospecha de Maltrato Infantil (RUMI), uno de cada cien niños es víctima de maltrato.
Las estadísticas apuntan que cada día se detectan treinta y siete víctimas de maltrato infantil en el ámbito doméstico. Solo en un año, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los profesores y los médicos de atención primaria han descubierto que 13.818 menores están siendo sometidos a vejaciones y abusos físicos o psicológicos por parte de sus progenitores o de personas cercanas al menor, una cifra terrible que esconde un problema importante del que, en muchas ocasiones, la sociedad no es consciente hasta que el caso se mediatiza, y que queda recluido en el seno familiar hasta que un indicio hace saltar las alarmas y los profesionales logran detectarlo.
La realidad es esa: el maltrato infantil en el seno doméstico está ahí, es una realidad que sufren muchos niños y adolescentes y hay que combatirla. Por eso, estrategias de prevención como PeqéBoom pueden suponer un antes y un después para reducir el volumen de menores que diariamente son víctimas de abusos por parte de sus padres o de familiares que deberían estar cuidándolos.
La autora de este proyecto es una psicóloga valenciana y máster en Prevención e Intervención Psicológica en Problemas de Conducta por la Escuela Internacional de Valencia, Helena Arévalo Arbeláez, que en el marco de dicha formación ha creado una estrategia lúdica basada en un cuento (que representa escenas con personajes donde se exponen siete formas de maltrato) y un juego para detectar y prevenir, haciendo uso de símbolos, casos de maltrato infantil y juvenil. Por un lado, se muestra a los menores cómo reconocer una situación de maltrato, ya sea físico o psicológico, y, por otro, se ilustra a los niños sobre qué deben hacer para ponerle freno.
El proyecto puede ser un complemento eficaz a la labor de observación que realizan los profesionales sanitarios y educativos, que suelen ser los que dan la voz de alerta en estas situaciones y remiten sus indicios a los asistentes sociales y a la Policía para su posterior investigación.
PeqéBoom ha sido dirigido por la prestigiosa psicóloga Solange Sand y supone llevar a la práctica todo el contenido expuesto previamente por autores de la talla de Vicente Caballo o el reconocido Albert Ellis, entre otros.
Como hemos apuntado, el juego no solo sirve para que los menores puedan identificar un posible maltrato y denunciarlo; el otro objetivo que persigue es prevenirlo, puesto que se sabe que aquellos niños que han vivido en ambientes marcados por este problema tienen más posibilidades de repetirlo en su edad adulta, tanto en el entorno doméstico como en el social o laboral. Precisamente por ello, la estrategia aspira también a enseñar una nueva forma de interactuar con los demás, un nuevo modo de relaciones basadas en el respeto, la solidaridad y la empatía que les ayude a crear grupos familiares y sociales respetuosos y armónicos.
PeqéBoom se presenta como una herramienta a tener en cuenta para tratar de reducir los casos de maltrato que anualmente padecen muchos más niños y jóvenes de los que pensamos.
