Hermanos que se pelean. Cómo superarlo

Hermanos que se pelean. Cómo superarlo

MIS HIJOS SE PELEAN: CLAVES PARA CONCILIAR Y SUPERAR LA PELEA ENTRE HERMANOS



Pelea entre hermanos


Las peleas entre hermanos son un comportamiento normal que surge a partir del segundo año de vida. Primero empiezan siendo físicas y luego, con la edad y con la adquisición del lenguaje, se vuelven más sofisticadas. Las peleas ocurren más frecuentemente entre los 6 y los 12 años y se dan en todas las clases sociales y en todas las culturas, aunque con la entrada en la adolescencia estas peleas tienden a desaparecer gradualmente.

A menudo los juegos terminan siendo una pelea por la falta de límites. Otras veces por celos, pero la mayoría de las veces lo que se busca es la atención de los padres.  Lo importante para que vayan desapareciendo estas conductas es que sientan que cada uno tiene su espacio y su lugar con los padres y sobre todo que su hermano no es una amenaza. Llegar a esto no será posible sin fomentar la autoestima de nuestros hijos.  


También pueden surgir cuando los niños se pelean para defender su territorio porque no hay adultos alrededor que medien. En este caso los niños están solos y aprenden a defenderse así.

Estar con los hijos no significa solo estar físicamente. Es importante saber si necesitan algo o aprovechar los conflictos para educar. A menudo en los parques se ven conflictos entre los niños y aunque hay adultos alrededor ninguno interviene para ayudarles a resolverlo. Y no es cuestión de intervenir cada vez que den un grito sino de aprovechar ciertas situaciones para enseñar.
 

¿Cómo podemos evitar que nuestros hijos se peleen tanto entre ellos? Es muy importante que haya unas reglas claras en el hogar y sobre todo los padres deberán dar ejemplo de estas reglas. Algunos ejemplos de estas reglas son: no entrar en el dormitorio sin llamar, no leer los cuadernos del otro, etc.
 

Mis hijos se pelean. consejos para superarlo


“El Bueno y el Malo”

A veces los padres perdemos la objetividad y nos justificamos en que ya tenemos “fichados” a nuestros hijos. Tendemos a dejarnos llevar por nuestras estructuras internas donde ya hemos establecido categorías: “el bueno” y “el malo”. Además, es real que algunos niños son más problemáticos que otros, pero como dice el refrán “dos no pelean si uno no quiere”.

Una clave importante es no etiquetar a los niños. Si le decimos a nuestro hijo que es malo se comportará tal y como esperamos de él e intentará cumplir nuestras expectativas. Por lo tanto será “malo”. Por otro lado, hay que intentar mantenerse neutral y si el “bueno” hace algo, hay que cortarle de la misma forma que al “malo” a pesar de que este último nos tiene más cansados.
 


Las comparaciones

¿Cómo te sentirías si tu jefa te comparase con tus compañeros? El mensaje que le estamos dando a un niño es que su hermano es mejor que él. Esto solo fomenta los celos y aleja. Es bueno evitar comparaciones tanto en los comportamientos como en sus habilidades.
 
Fomentar la empatía

Es importante que los niños sean capaces de ponerse en el lugar de los demás, solo así podrán respetarlos y entenderlos. Por ejemplo, si insulta al hermano pregúntale como se sentiría él sí le llamasen tal cosa.  O si le tira arena pregúntale si a él le gustaría que le tirasen arena. Cualquier ocasión es buena para fomentar la reflexión sobre lo que pueden sentir los demás.

           
Da ejemplo

De nada nos sirve decirles a los niños que no se peleen o no se insulten si nosotros estamos todo el día peleándonos. No hay mejor educación que el ejemplo, por lo tanto soluciona tus problemas de la misma forma que les pides a ellos que los solucionen.
 
Comunícate con tu hijo

Intenta saber cómo se siente tu hijo respecto a su hermano y si hay algo que esté generando conflictos.  Es posible que se sientan menos escuchados, menos habilidosos o simplemente quieran acercarse más y no sepan cómo.
           
Fomenta el cariño entre hermanos

Es bueno que realicen tareas cooperativas entre ellos o con toda la familia. Por ejemplo, cocinar juntos, escribir un cuento cooperativo o hacer un cuadro de arte abstracto entre todos.
           
Que resuelvan sus conflictos

Cuando discuten por algo también están buscando un acuerdo. No pasa nada porque tengan diferencias y conflictos. Solo hay que intervenir cuando no saben resolverlo solos o los están resolviendo de una forma poco saludable. Por ejemplo, los niños pueden estar un rato discutiendo si una cosa es roja o es azul. No pasa nada, están explorando la dialéctica y la postura del otro, no lo tomes como una discusión.
 
Durante la pelea

Lo primero que podemos hacer cuando se estén gritando o insultando es actuar con calma y no gritarles, pues no queremos enseñarles que los problemas resuelven gritando. Les separaremos y solo cuando estén calmados hablaremos con ellos para saber el motivo de la pelea. Luego les volveremos a dar la oportunidad de jugar sin pelearse. Para ello les podemos preguntar sin van a jugar sin pelearse y solo cuando confirmen que lo han entendido les permitiremos volver a jugar juntos.
 
Durante la armonía

A todo niño le gusta que sus padres le digan lo bien que hace algo, así que refuerza a tus hijos lo bien que se lo están pasando cuando no estén peleándose. Diles que te gusta mucho verlos así y sonríeles o hazles una caricia, lo que te salga natural. Este tipo de refuerzos son mucho más eficaces y duraderos que los castigos así que, por último, aprovecha cualquier ocasión para premiarles así.

Autora Rebeca Carrasco