Entérate de por qué las empresas suecas son tan productivas.
Los humanos somos seres sociales. De eso no hay duda. Por eso, permanecer ocho horas sentado en una mesa sin relacionarnos con nadie y comiendo delante de la pantalla, lejos de beneficiar a la empresa, la perjudica porque nos perjudica a nosotros. Y ello se deja notar en en trabajo.
Los suecos lo saben muy bien, por eso en el país nórdico las pausas para tomar café y hablar con los compañeros (hasta con los jefes) de manera distendida de cualquier cosa es una rutina establecida en todas las empresas por los enormes beneficios que supone.
En nuestro país lo habitual es que los jefes no se relacionen con los subordinados, que salgan a desayunar separados y que cada uno se pague lo suyo. Es más, si no sales y te pasas las horas calentando la silla, mejor, porque existe la errónea creencia de que el profesional estará trabajando más y ese tiempo repercutirá en la empresa. Un descanso se considera normal, pero si los trabajadores se reúnen en más de una ocasión en torno a la máquina de café o bajan al bar de la esquina más veces a lo largo de la jornada, es posible que reciban una llamada de atención por parte de sus superiores, porque esos recesos se consideran una pérdida de tiempo.
¿Qué es fika?
Los suecos no piensan así, sino que creen que estos recesos o descansos, estas pequeñas reuniones sociales que se producen para beber té o café y tomar unos bollos, son necesarios para incrementar las relaciones entre los profesionales que trabajan en la empresa, para interactuar de manera distendida con los jefes y para acercar posturas, razones estas más que necesarias que repercuten de manera muy positiva en la propia compañía. Porque la estabilidad emocional que se consigue con estos encuentros mejora la predisposición de los trabajadores, y ello se deja notar en la productividad de la empresa, que incrementa de manera importante.
Fika no es más que una rutina que se lleva a cabo en todas las compañías nórdicas y que los trabajadores y sus superiores siguen a rajatabla. Estos descansos para tomar café corren siempre a cargo de la propia empresa, que habilita una zona para que se produzcan estas reuniones sociales y dispone de todo lo necesario para que los empleados puedan saborear un café con pastas o tomarse un té y una pieza de fruta. En estos recesos participan todos: desde los que ocupan los puestos más altos hasta los que trabajan en los últimos estratos de la compañía. Y todos se relacionan entre sí, sin que exista ese recelo de los superiores y sin que se deje notar de manera evidente esa diferenciación entre escalones profesionales que sí se aprecia en España. Y es que fika es una oportunidad para hablar, reír y conocer mejor a los compañeros, pero también un espacio para despejar la mente y sentirse integrado en el equipo de trabajo. La consecuencia más clara es que los empleados trabajan con menos estrés y son más felices y productivos. Así que al final, con estas medidas, gana la empresa.