¿Los nervios, el estrés y la ansiedad repercuten en tu tránsito intestinal? Los malos hábitos alimentarios y el estrés desequilibran nuestra flora intestinal.
La falta de tiempo por una rutina de vida muy ajetreada es uno de los factores que afectan a nuestro tránsito intestinal, sobre todo cuando estamos sufriendo nervios o ansiedad. Nuestro cuerpo es muy sabio y una forma de avisarnos de que estamos haciendo algo mal y que está afectando a nuestro organismo aes a través de estreñimiento, diarrea o incluso cólicos.
¿Por qué nos estreñimos?
Según explica el Foro de Regulación Intestinal y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), llevar un ritmo de vida frenético que comporta estrés a nuestro cuerpo favoreciendo que terminemos consumiendo comida rápida como solución alimentaria al poco tiempo que tenemos. Dejamos de dar importancia a la hora de la comida, y a ser conscientes de que necesitamos dedicar un tiempo para obtener un bienestar adecuado a nuestra salud tanto física como mental. Asimismo, olvidamos beber agua e incluso hacer suficiente deporte. Al final, acabamos consiguiendo aspectos negativos como:
- Vida sedentaria: Nuestro aparato digestivo necesita movimiento, al menos entre 3 y 5 veces por semana. Al llevar tanta agitación termimos diciendo “ya lo haré cuando tenga más tiempo”, pero no somos conscientes de los factores negativos que tiene realmente para nosotros no añadir el ejercicio o deporte a nuestra rutina diaria.
- Mala alimentación: La falta de fibra, frutas o verduras provocan consecuencias en nuestro cuerpo. Y si le sumamos el hecho, de que en muchas ocasiones terminamos consumiendo snacks o comida rápida como solución a la falta de tiempo para comer esto termina derivando en estreñimiento.
- Incorrecta hidratación: Beber agua nos ayuda muchísimo a favorecer la evacuación. Auque nuestra rutina se vea afectada por la falta de tiempo, siempre podemos llevar una botella de agua con nosotros para ponerle solución.
- Tiempo de evacuar: Nos olvidamos de cuál es nuestro momento para evacuar. Ya sea por falta de tiempo, de ganas o por priorizar otros factores… La realidad, es que si dedicamos unos minutos al día para ir al baño, nos ayudará a regular nuestro organismo.
- Viajar: Salir de viaje, ya sea por ocio o por trabajo es un cambio en nuestra rutina por lo que está muy vinculado a nuestro estreñimiento, pues cambiamos nuestros hábitos y nos cuesta adaptarnos al nuevo entorno.
- Irratibilidad: Sentirnos mal, ya sea por punzadas en el estómago como por la frustración de no poder ir al baño nos acaba volviendo irritables y actual socialmente de forma negativa, con incomodidad e incluso con malas contestaciones a causa de nuestro malestar interior.
- Antisocialbilidad: Como comentábamos en el punto anterior, cuando nos sentimos mal con nosotros mismos terminamos pagándolo con las personas de nuestro alrededor. Esto además se ve agrabado, cuando nos cuesta realizar nuestras necesidades fuera de nuestra propia casa, es entonces cuando nos recluimos porque no sabemos cuándo vamos a conseguir ir. Además, el hecho de sentirnos mal, provoca que no nos apetezca estar muy sociables.
Las situaciones agobiantes que vivimos tanto en casa, en el trabajo o incluso cuando conducimos alteran los movimientos peristálticos del intestino. Esto significa que se reduce el aporte sanguíneo en el tracto intestinal y nos provoca estreñimiento.
¿Cómo solucionarlo?
Obviamente, decir cuando acaben las vacaciones o las fiestas no es una solución. El estrés nos afecta negativamente y ponerle remedio es imprescindible para mejorar nuestra salud. En este caso en particular, no hacer nada para solucionar nuestros problemas de defecación puede comportar grandes consecuencias como fisuras, entre otros. ¿Estás seguto que quieres llegar a esto? Sacar unos minutos de nuestra ajetreada vida no es tan difícil si realmente queremos. Es el momento de pausar ese nerviosismo, relajarnos e intentar combatir el estreñimiento. ¡Vamos a intentarlo!
- Descansa: Dormir bien te ayudará a estar más relajado. Intenta al menos descansar entre 7 y 8 horas al día. Te sentirás mucho mejor.
- Bebe agua: Como te comentábamos, beber agua favorece nuestra hidratación y nos ayuda a combatir el estrés. Llévate una botella de agua y ves dando sorbitos. Lo ideal son unos 2 litros al día.
- Establece unos horarios: Lo dicho. Escoge unos horarios en los que sepas que vas a poder ir al baño e intentalo cada día, hasta que tu cuerpo lo perciba como una rutina.
- Haz ejercicio: El deporte mejora en gran medida nuestro tránsito intestinal, con que dediques media hora al día a caminar ya notarás mucha mejora.
- Añade fibra y verdura a tu alimentación: Las verduras, frutas y cereales nos ayudan a defecar. Intenta evitar alimentos como la pizza, el queso, congelados o incluso procesados porque te agrabarán el estreñimiento.
Puedes añadir a este último listado masajes alrededor de tu ombligo, haciendo círculos suaves durante diez minutos cuando te encuentres tumbado en la cama antes de dormir, o incluso presionando un poco al lado de tu ombligo.
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