La cataplexia, qué es y en qué se diferencia de la narcolepsia

La cataplexia, qué es y en qué se diferencia de la narcolepsia

La cataplexia es un trastorno en el que la persona experimenta una repentina debilidad muscular.

Dicha debilidad muscular puede hacer que la persona caiga al suelo, como si se tratase de un desmayo.

Lo más interesante de la cataplexia es que la pérdida del control muscular puede surgir tras vivenciar una emoción intensa, como la risa.

¿Qué es la cataplexia?

La cataplexia, también llamada cataplejía, es un episodio de carácter transitorio en el que se presenta una debilidad muscular y se sitúa entre los trastornos del sueño.

La persona que lo experimenta siente cómo sus músculos se relajan hasta debilitarse repentinamente, provocando accidentes y caídas.

Se considera que la cataplexia ocurre debido a una entrada brusca en el movimiento ocular rápido, o REM, por sus siglas en inglés, y forma parte de la narcolepsia.

Quienes experimentan un episodio de cataplexia pueden sentir que sus mandíbulas se relajan, o sus rodillas. En muchos casos, los más graves, se produce una parálisis en todo el cuerpo.

La duración de los episodios de cataplexia suele ser de unos treinta segundos a dos minutos, es decir, son breves y se producen luego de emociones intensas, como cuando la persona siente mucho miedo, llora, siente ira o ríe mucho.

Las causas de la cataplexia

La característica principal de la cataplexia es que ocurre cuando la persona experimenta una emoción muy intensa. Generalmente estas emociones suelen ser positivas, como cuando la persona tiene ataques de risa.

La explicación pudiese encontrarse en la relación que existe entre las amígdalas del cerebro, las cuales son responsables de las emociones, y el mecanismo mediante el cual se pierde el tono muscular.

Hay casos que no son tan extravagantes, sino más sutiles, es decir, que la persona no se cae, sino que solo experimenta una caída en los párpados, o se abre su boca de forma momentánea.

Se cree que la cataplexia puede deberse a la presencia de enfermedades raras o a la ingesta de algunos fármacos que afectan la actividad neurológica en el cerebro, es decir, que la cataplexia podría surgir como un efecto secundario que se da de forma poco usual. Sin embargo, detrás de la cataplexia, el principal trastorno que se oculta es la narcolepsia.

Cabe destacar que, en algunos casos, las fallas en el tono muscular se presentan con anterioridad a los ataques de sueño que caracterizan a la narcolepsia.

Es importante evitar confundir la cataplexia con los ataques de sueño propios de la narcolepsia, pues, durante la cataplexia la persona conserva la consciencia; solo en casos de que se encuentre en posiciones cómodas puede ocurrir que sienta somnolencia y se quede dormida.

Otro de los efectos de la cataplexia puede ser las alteraciones visuales, como el ver doble o de forma borrosa; también, la persona puede sentir que tiene dificultad al momento de hablar.

Algunos expertos consideran que la principal causa de la cataplexia y de la narcolepsia es el déficit de la hormona hipocretina u orexina, en el líquido cefalorraquídeo.

En el caso de la orexina, esta desempeña un papel muy importante en el estado de alerta y el mantenimiento de la vigilia.

Algunos expertos estiman que la cataplexia surge como resultado de la inhibición de las neuronas motoras en la médula espinal, y que esta podría ser la causa de la pérdida de control en la musculatura.

En todo caso, cualquier alteración que se dé en los niveles de la orexina puede desencadenar síntomas propios de la cataplexia.

De igual manera, este trastorno también puede ser consecuencia de malformaciones, lesiones, tumores cerebrales, accidentes vasculares, infecciones encefálicas, o enfermedades como la esclerosis múltiple. En algunos casos, puede existir un componente genético en la cataplexia.

Tratamiento

Tal como ocurre con la narcolepsia, la cataplexia se trata con fármacos, pero no tiene una cura.

Uno de los fármacos más usados es el oxibato de sodio, un medicamento que también funciona para tratar la somnolencia diurna.

Otros de los medicamentos usados son los antidepresivos y los estimulares. Igualmente, a los pacientes con cataplexia se les recomienda que tengan un sueño reparador a fin de que puedan planificar también sus siestas diurnas.

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