Agresividad: 7 Consejos para dejar atrás una actitud agresiva

Agresividad: 7 Consejos para dejar atrás una actitud agresiva

¿Crees que puedes ser una persona agresiva? ¿Está afectándote la agresividad a ti a los de tu alrededor? Descubre cuáles son las causas de la agresividad y cómo puedes solucionarla.

En muchas ocasiones las personas agresivas o que usan la violencia con asiduidad no son conscientes de sus actitudes. Tanto es así que  incluso el comportamiento agresivo se vuelve algo rutinario y normalizado para su entorno más próximo. A pesar de que en ciertas situaciones puede surgir la agresividad verbal, cuando esta se vuelve recurrente puede transformarse en algo mucho peor. Es por ello, que la actitud agresiva debe corregirse cuanto antes mejor.

¿Qué es la agresividad? Diferencia entre violencia y agresividad

La agresividad es un instinto natural que el hombre lleva consigo desde su nacimiento y que comparte con los animales. Este instinto agresivo nos sirve para estar alerta, defendernos y adaptarnos al entorno. Por lo tanto la agresividad es biológica, instintiva y está regulada por reacciones neuroquímicas. Es con la cultura que hemos conseguido modular ese instinto agresivo  y todos los tipos de agresividad para convertirlo en un instinto social.

Por otro lado, la violencia no es un comportamiento natural del ser humano, sino que se trata de un producto cognitivo y sociocultural alimentado por lo roles sociales, los valores, las ideologías, los símbolos, etc. La violencia es, por tanto, una conducta aprendida y con una gran carga de premeditación e intencionalidad (la agresividad, en cambio, es inconsciente). La violencia es la transformación de la agresividad para hacer daño a otro ser humano. Esta forma de actuar violenta no existe en ninguna otra especie animal, sólo en el hombre. La violencia genera disfunción social, es relacional y utilitaria y la podemos encontrar en diferentes ámbitos, como por ejemplo ante el abuso sexual, el maltrato familiar, el acoso laboral, el maltrato escolar, el terrorismo, los crímenes de guerra, etc.

Precisamente porque se trata de una “producción humana” es posible un mundo sin violencia y, además, estamos en el buen camino. Cada vez más somos capaces de condenar actos de violencia que antaño eran tolerados o no reprochados, como ejemplo, la violencia de género. Las personas disponemos de muchas herramientas para fomentar un mundo no violento. Son herramientas que podemos transmitir y aprender, practicar y desarrollar, en definitiva, podemos educar en la no violencia. Podemos educar en el grado como expresamos nuestras emociones, en como modularlas para no causar daño a otros.

La clave para dejar atrás tanto una conducta agresiva como la violencia es la educación. Educar en el respeto a los demás, la solidaridad, la cooperación (y no la competencia), la igualdad, el amor por la naturaleza, la conservación del planeta. Esa educación tiene que estar basada en la empatía ya que la empatía es capaz de desactivar la violencia de forma prácticamente automática.

Tipos de agresividad

La agresividad o los comportamientos agresivos se pueden presentar de diversas maneras. De esta forma, los expertos en psicología han clasificado la actitud agresiva de la siguiente forma.

  • Agresividad instrumental

Una persona agresiva utiliza esta violencia para intentar lograr un objetivo que le beneficie. En estos tipos de agresividad hay una clara intención para utilizar la actitud agresiva. Tanto es así que la persona ha meditado y planificado previamente el comportamiento agresivo para conseguir su fin.

  • Agresividad impulsiva

Cuando las personas agresivas se caracterizan por este tipo de agresividad, es muy probable que tenga una personalidad muy impulsiva. Esta actitud agresiva se caracteriza porque la persona experimenta principalmente ira durante el momento de tensión.

  • Agresión hostil

Este tipo de agresiones también son premeditadas. Normalmente, se trata de una agresividad verbal con la que se intenta infundir un daño en la víctima. La denominada agresión reactiva, que es el resultado de una provocación, también está dentro de una de estas conductas agresivas.

Estos tipos de agresiones se presentan de forma proporcional tanto en mujeres agresivas como en hombres agresivos. En las situaciones en las que se detectan recurrentemente estas actitudes de una personalidad agresiva es importante acudir a un especialista en salud mental para frenarlas.

¿Cuáles son las causas de un comportamiento agresivo?

Causas del comportamiento agresivo

La actitud de las personas agresivas puede resultar de varias condiciones derivadas de la salud mental. En muchas ocasiones estas acostumbran a ser las principales causas de la agresividad.

1. Estrés

Cuando una persona sufre un nivel desmesurado de estrés puede llegar a utilizar frecuentemente un comportamiento agresivo para desahogarse con su círculo más cercano. En estas situaciones es vital señalar estos tipos de agresividad e intentar detectar la fuente que genera tanto estrés.

2. Abuso de alcohol o drogas

Las adicciones a sustancias como el alcohol o las drogas pueden derivar en comportamientos propios de una conducta agresiva. Tanto es así que esta actitud agresiva acostumbra a desaparecer cuando se deja atrás la dependencia de estas drogas. El denominado síndrome de abstinencia puede ser el causante de esta actitud agresiva.

3. Trastorno bipolar

En muchas ocasiones la agresividad va de la mano del trastorno bipolar. Durante la fase maniática o depresiva es muy posible que la persona pueda tender a expresar un trastorno de agresividad conjunto a esta enfermedad.

4. Padres agresivos

Cuando un niño ha sido criado por padres que tenían una clara tendencia a la agresividad, es muy probable que las personas acaben repitiendo estos patrones en su edad adulta. Por ello, es esencial intentar corregir estas actitudes de agresividad y violencia.

Estas son las principales causas de que las personas sean agresivas. A pesar de ello, este estilo agresivo puede presentarse a pesar de no padecer ninguna de estas situaciones a causa de la personalidad de cada individuo.

¿Cómo actuar ante una persona agresiva?

¿Cómo actuar ante una persona agresiva?

Ya sea que estás identificando estos patrones agresivos en ti, o tienes alguien de tu entorno que muestra esta actitud agresiva, aquí te enseñaremos algunos métodos psicológicos con los que podrás frenar estos comportamientos. A pesar de ello, siempre es recomendable acudir a un especialista en salud mental para conocer el origen de estos.

1. Reconoce el comportamiento

El primer paso para eliminar los actos de una persona agresiva es precisamente cortar de raíz este tipo de actitudes. Para ello, debes identificar cuándo surgen este tipo de reacciones o señalarlo a la persona que los sufre.

2. Comprende o indica las consecuencias de la agresividad

Para conseguir una motivación que nos permita cambiar esta actitud agresiva, es vital saber el por qué lo hacemos. Por ese motivo, reconocer todas las consecuencias que pueden ir derivadas de la agresividad será un buen método para fomentar este cambio.

3. No te frustres o no presiones

Cambiar una personalidad agresiva comporta su tiempo. No puedes esperar que de un día para otro la agresividad desaparezca. Es vital en estas situaciones ni presionar ni frustrarse por no ver los progresos. Date tiempo para ello.

4. Cambia tu actitud ante el enfado

Normalmente, las personas agresivas tienen una actitud llena de ira ante sus frustraciones o enfados. Para tratar de cambiar este tipo de comportamientos es vital ver cuándo nos enfadamos y cambiar estas emociones que nos surgen por otras más positivas. Esto no significa que debamos eliminarlas, sino simplemente aceptarlas y enfocarlas en otras actividades.

5.  Cambia la agresividad por asertividad

Una manera de remediar la agresividad es expresar en el momento que sentimos un poco ira nuestros pensamientos. El problema de una personalidad agresiva es que las personas no expresan lo que sienten en muchas situaciones para evitar el conflicto. Es vital intentar decir lo que nos molesta en todos los instantes que nos sintamos mal.

6. No evites la confrontación

Las confrontaciones o discusiones no tienen que ser malas si se tratan con tranquilidad y franqueza. Para ello es vital intentar mantener una actitud pasiva y no remarcar todo lo negativo o echar en cara actitudes del otro.

7. Practica la meditación

La meditación es uno de los métodos más efectivos tanto para reconocer como para controlar nuestras emociones. Tanto es así que las personas agresivas pueden beneficiarse de ello en muchos aspectos. Si quieres que alguien de tu alrededor cambie su actitud agresiva, puedes ayudarle incitándole a practicar la meditación conjuntamente.

Estas pueden ser algunas indicaciones afectivas para dejar atrás una actitud agresiva. Aun así, es vital que la persona que tenga una agresividad verbal o física quiera cambiar y se desempeñe con todas sus fuerzas en ello.

¿Existe un tratamiento efectivo para la agresividad?

Tratamiento de la conducta agresiva

Existen algunas terapias psicológicas que están enfocadas al tratamiento de la actitud agresiva de una persona. Entre las más conocidas y efectivas podemos encontrar las siguientes.

  • Terapia de pareja

Cuando algunos de los tipos de agresividad afectan a la relación de una pareja, una buena manera de enfocar el problema es a través de la terapia de pareja. Durante las sesiones se tratan los comportamientos agresivos que pueden ir derivados de una mala comunicación por parte de los dos amantes.

  • Terapia cognitivo-conductual

Uno de los tratamientos más afectivos contra las personas agresivas es precisamente la terapia cognitivo conductual. Durante las sesiones se enseña a los pacientes a controlar y a comprender su conducta agresiva. Además se establecen unos mecanismos de afrontamiento para intentar canalizar mejor los pensamientos y los sentimientos asociados a un comportamiento agresivo.

  • Terapia psicodinámica

Se intenta fomentar a las personas que recurren a la agresividad a intentar tomar conciencia de los sentimientos que van relacionados con estos comportamientos agresivos. Tanto es así que se intenta desentrañar el origen y las causas de la agresividad en una persona.

Todos estos tratamientos son enfocados a través de una sesión con un psicólogo profesional. Gracias a ellas, una persona agresiva podrá aprender de sí misma no sólo para controlar este tipo de comportamientos agresivos, sino para saber por qué surgen estos malos hábitos. De esta forma, aprenderás más sobre ti mismo y te ayudarás a ser la persona que deseas ser.

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