Un trastorno alimentario poco común: la fatorexia

Un trastorno alimentario poco común: la fatorexia

La fatorexia es un trastorno más frecuente de lo que creemos.

Dentro de los trastornos alimentarios conocemos los más habituales: la anorexia y la bulimia, pero hay otros que también entrarían dentro de esta categoría. Uno de ellos es la fatorexia, que, para que nos entendamos, es lo opuesto a la anorexia.

Como la anorexia, se trata de un trastorno dismórfico corporal mediante el cual una persona tiene una percepción de su cuerpo que no es real, pero, en este caso, no siente que sus medidas sean mayores de lo que verdaderamente son, sino que se ve más delgada de lo que en realidad está. El problema es que esa imagen distorsionada provoca que esa persona no sea consciente de que puede tener un problema importante de obesidad, con todos los riesgos para la salud que el exceso de peso tiene.

¿Cuáles son los síntomas de las personas que padecen fatorexia?

La concepción imaginaria que estos pacientes tienen de su imagen hace que se vean delgadas, fuertes y sanas, y no aprecien los problemas reales que presenta su cuerpo. Estos sujetos suelen mostrar un comportamiento muy característico, cuyos síntomas son:

·        Se alejan de espejos, básculas y demás elementos que les muestre su imagen o su peso real

·        No saben cuánto pesan

·        Suelen usan prendas grandes para evitar fijarse en sus curvas

·        Niegan tener sobrepeso u obesidad

·        Confunden el exceso de kilos con musculatura

·        Comen mucho

·        No siguen una dieta sana y equilibrada, sino que su alimentación se basa en comida basura y productos ricos en grasas y azúcares

¿Qué tratamiento ofrecen los psicólogos?

A pesar de que se trata de un trastorno alimentario, cuyas consecuencias son igualmente graves, no siempre se diagnostica de manera acertada. Cuando un profesional identifica el problema, suele ofrecer terapia psicológica bajo un enfoque cognitivo conductual para tratar de modificar el comportamiento que muestra el paciente y que este adquiera una visión real de su cuerpo. Algunas personas suelen mostrarse reacias y niegan el problema. Por ello, los expertos en salud mental trabajan primero para cambiar la nula colaboración y la negación del problema que presentan estos pacientes.

La terapia suele incluir una reeducación nutricional para que el paciente aprenda a comer sano y contrarreste muchos de los efectos negativos que el exceso de peso ha podido ocasionar en su cuerpo, como anemia, desnutrición, alteraciones cardiovasculares, problemas de movilidad, dificultades respiratorias, diabetes, etc.

Además de la terapia y de la dieta especializada que habrá diseñado un nutricionista, se darán pautas de estilo de vida saludable para que la persona aprenda a llevar una vida sana, abandone el sedentarismo y practique ejercicio que contribuya a su mejoría física y a su estabilidad emocional.

Al igual que la anorexia, la fatorexia es un trastorno grave que debe tratarse cuanto antes debido a las consecuencias que presenta para la salud. Pero, a diferencia de lo que sucede con otros problemas alimentarios, no siempre se detecta. Por ello, si sospechamos que un familiar o amigo puede tener fatorexia, es recomendable que consultemos con un especialista para que realice el diagnóstico adecuado y defina el tratamiento más conveniente. 

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