¿Te sientes mal con tu edad? ¿Piensas que ya no podrás disfrutar igual? La conocida como crisis de los 30 afecta a muchas personas que entran a esta edad. Descubre qué es y cómo afrontarla.
Los 30 es una edad donde las personas ya han asumido bastante madurez después de los desafiantes y vividos 20. Es por ello, que muchos experimentan ciertas inquietudes cuando se acerca la edad o ya se está de lleno en ella. Parte del desafío de esta época es que las personas se vuelven más estables y ya saben cómo afrontar su vida. Es un momento dónde la mayoría se sienten estancados e incluso hay el pensamiento de que a partir de estas edades ya no habrá grandes experiencias. Lidiar con cada uno de los cambios y desafíos de hacerse mayor puede comportar la conocida como crisis de los 30.
Causas de la crisis de los 30
La sociedad ejerce mucha presión en nuestras decisiones, por ello muchos acaban padeciendo la crisis existencial a los 30. Las personas que sufren de ella tienen los siguientes pensamientos recurrentes.
1. Reflexionan mucho sobre los errores del pasado
A los 30 años es una época donde pensamos que ya tenemos que tener la vida decidida. Esto es un error más que común en nuestros abuelos y padres, ya que es una de las creencias más conservadoras de nuestra sociedad. La realidad es que aun estás a tiempo de remediar los que consideras como errores del pasado. A pesar de que sea más difícil de conseguir tus propósitos que en los 20 (ya que se tienen más responsabilidades) aun puedes cambiar de trabajo o desarrollar nuevos hobbies y pasiones.
Una de las características de la crisis de los 30 es pensar que ya no se está a tiempo de realizar lo que siempre has soñado. Esto no sólo causa frustración, sino que también puede derivar en afecciones tanto en la autoestima como en ciertas actitudes depresivas. Por ello, es vital dejar atrás estas creencias limitantes y hacer todo lo que tengas en mano para encaminar tu vida a aquello que más deseas.
2. Crees que no puedes cambiar de posesión
En muchas ocasiones la crisis existencial de los 30 en hombres y mujeres viene precedida del conocido burnout. Cuando nuestro trabajo o profesión no nos convence muchas veces acabamos tirando la toalla y nos limitamos a continuar en un ambiente que no deseamos. Esto acaba siendo un error que puede perjudicarnos a nosotros y a nuestro entorno. Es verdad que existen situaciones donde será muy difícil cambiar nuestra forma de vivir, pero la realidad es que existen salidas.
3. Crisis de pareja
Muchas de las parejas que han empezado en los principios de los 20 a salir y llegan a los 30 se ven dentro de una crisis en su relación. La razón es porque la mayoría de personas cambian mucho durante todo el transcurso de la veintena. Además muchas personas creen que si pierden a su pareja a los 30 ya no podrán formar una familia o se quedarán solos. Esto es una de las creencias que más daño nos hace ya que acaba provocando dependencia emocional en una relación. La realidad es que, de la misma forma que dice la sabiduría popular, es mejor estar solo que mal acompañado. Estar soltero a los 30 no significa que nunca encuentres a un amor o que no puedas crear una familia.
4. ¿El momento de tener hijos?
Los 30 es una edad crucial para las mujeres. El hecho es que culturalmente muchas personas tienen hijos entre los 30 y los 40. Por este motivo, existe una presión social por formar una familia durante esta época. Es de vital importancia que tanto los comentarios como las creencias populares no te afecten en este sentido. Tú (juntamente con la biología) debes ser quién decida cuando tener hijos. Estar preparado para la maternidad o paternidad es una decisión que debes hacer de forma independiente a tu alrededor.
A pesar de que estos son los factores más conocidos psicológicamente que pueden llegar a desencadenar la crisis de los 30, la realidad es que cualquier transición puede derivar en esta reconocida situación. Al reflexionar sobre tu integridad e identidad puedes ver toda la evolución que has dado durante la vida. Observarse a uno mismo puede ser la fuente de estos problemas psicológicos que surgen durante los treinta.
Síntomas de la crisis de los 30
La crisis de los 30 se caracteriza principalmente por hacernos preguntas profundas sobre lo que realmente queremos en nuestra vida, independientemente de lo que hace nuestro alrededor. Tanto es así que lo primero que identificamos es que algo no está yendo bien en nuestra vida, hecho que desencadena en cierta angustia entre otros síntomas.
- Sientes que no te adaptas
Uno de los síntomas más persistentes en la crisis de los 30 es sentir que no podemos adaptarnos a nuestro entorno. En muchas ocasiones las personas tienen la creencia de que no están en el lugar indicado.
- Ves la vida aburrida
Empiezas a sentir que cada día es lo mismo. La rutina te hace sentir mal a pesar de que tengas todo lo que necesitas para ser feliz.
- Vas en piloto automático
La vida está pasando deprisa porque ya no vives el presente. Tanto es así que consideras que estás viviendo casi como un robot.
- Te agobian los compromisos
Crees que tus compromisos te están atrapando a vivir una vida que ya no sientes tuya. Tanto es así que crees que aceptas compromisos sólo para adaptarte a los demás.
- Ya no te cuidas tanto
Tienes una creencia interna de que ya no hace falta arreglarse tanto. Por ello ya no te cuidas de la misma forma que antes.
- Tomas decisiones impulsivas
El malestar que te causa la crisis existencial a los 30 te hace tomar decisiones impulsivas como cambiar de trabajo o mudarte repentinamente.
- Te preocupa en exceso envejecer
Crees que te saldrán arrugas que ya no te harán lucir tan guapo o guapa como de costumbre a causa de la edad.
- Estás interesado en el crecimiento personal
Ahora que estás en una etapa de tu vida más madura, tiendes a buscar información sobre la superación personal y como conocerse a uno mismo. A pesar de que esto es una actitud positiva, la realidad es que en exceso puede ser incluso limitante para tu día a día.
Si te estás identificando en alguno de estos síntomas es esencial que empieces a actuar respecto a estos sentimientos. Una de las formas de conseguir paliar esta angustia es a través de la terapia psicológica.
¿Cómo gestionar una crisis de los 30?
Existen algunos métodos psicológicos para afrontar con la mejor cara la crisis de los 30 y todas las presiones que vienen de la mano de ella.
1. Busca perspectiva
Muchas veces nos abrumamos ante la idea de tener 30 años ya que pensamos que ya deberíamos haber cumplido con muchas de nuestras metas. Esto es un pensamiento que no sólo puede frenarnos en nuestros objetivos sino que además puede llegar a ser una creencia muy negativa para nosotros mismos. Cómo ya hemos dicho, aún estamos a tiempo de realizar nuestras metas y propósitos.
2. Vive como tú quieras
A pesar de todas las creencias o exigencias que te digan los de tu alrededor, debes tener presente de que es tú vida y tienes que hacer lo que realmente quieras con ella. Si no deseas tener hijos, no los tengas; si quieres cambiar de profesión o trabajo y tienes las ganas de hacerlo (con todo lo que ello implica), toma esa decisión. La clave es aceptar como somos y saber qué queremos para disfrutar de esta nueva etapa.
3. Todo lo que has hecho ha servido
A veces echamos la mirada atrás y vemos sólo pensamientos pesimistas sobre nuestra trayectoria. A pesar de que no hagamos llegado a nuestros propósitos, muchas de las cosas que hemos hecho nos han servido para acercarnos más a él, a pesar de que a primera vista quizá no lo parezca.
“La oscuridad es la luz que no ves”.
Albert Einstein
4. Puedes cambiar
A pesar de lo que muchos creen, cambiar sí es posible. Por ello, si estás deseando mejorar ciertos aspectos de ti que no te gustan, ahora es el mejor momento. En vez de quejarte por aquello que no te gusta de ti, motívate para hacerlo mejor.
Los treinta son una etapa dónde tienes la juventud y la madurez perfectas para poder disfrutar tanto de ti como de todos los aspectos de tu vida. Por ello, es esencial que no te limites a creer que estás en un mal momento o que estas envejeciendo. Los 30 son, en muchas ocasiones, una de las mejores etapas de la vida.