Los mitos sobre la maternidad han existido desde hace mucho tiempo, pero, solo ahora quedan unos cuantos develados.
Este develamiento de los mitos sobre la maternidad ha tenido lugar gracias a las miles de mujeres que son madres y que han decidido contar cuál es la cruda realidad tras alcanzar el éxito reproductivo.
Los mitos sobre la maternidad no solo comienzan desde que la mujer logra concebir, sino que se acentúan luego de que ha dado a luz.
Así, la mujer, desde pequeña, va creciendo en un entorno lleno de mitos que le impiden conocer la verdad sobre un proceso que, si bien tiene algo de lindo, también es dificultoso.
La maternidad y la realidad
La maternidad está llena de ficciones; pues, ciertos aspectos pueden ser positivos, pero la moneda también tiene otro lado del que poco se habla, y está relacionado con lo menos agradable.
Las mujeres que viven la maternidad pueden llegar a cuestionarse en un punto si de verdad era lo que querían, y esto es frecuente.
También, es bien conocido que las primeras semanas son fuertes, pues la llegada del bebé significa un cambio total de vida, incluyendo la relación de la pareja, la cual se puede ver afectada en muchos casos.
Aunado a ello, algunas veces se presentan problemas para amamantar, así como el deseo que querer lucir cierta coquetería, pero suspenderlo porque es lo más conveniente.
Igualmente, hay ámbitos en la vida en lo que una mujer quiera desarrollarse, pero, la maternidad también coarta un poco esto. Hay mujeres que incluso suspenden sus planes y terminan por olvidarlos.
También se encuentran las que luego de un tiempo logran sentirse autorrealizadas. Es cierto que cada experiencia puede ser diferente. Sin embargo, algunos hechos también son comunes.
De modo que, el concebir se asume como una experiencia maravillosa, asociada con una finalidad suprema, o el amor más grande que se pueda experimentar, entre otros.
Pese a que estas verdades sean incuestionables, también se debe tomar en cuenta que existen otras verdades más incómodas.
La maternidad: una moneda de doble cara
En un estudio elaborado por Alvarado Katia, sobre las concepciones acerca de la maternidad, se realizó el análisis de varias entrevistas realizadas a madres.
Este abordaje permitió identificar que el concepto de maternidad es una construcción que surge a partir de factores sociales, psicológicos y culturales. En dicho estudio, la mayoría de las mujeres entrevistadas continúan reproduciendo los mitos sobre la maternidad, pero resaltando lo difícil que es la vivencia.
La autora también se percató de que hay un mito construido acerca de la abnegación de la madre, lo cual la idealiza. Así, se considera, entre otras, que “la maternidad es una bendición de Dios”, que la “la mujer tiene el instinto de ser madre”, o que “ser madre es un regalo de Dios”.
En dicha investigación se plantea la necesidad de construir una nueva definición sobre el significado de la maternidad, pero, sin caer en los “peligros” de la excesiva idealización del amor materno.
Las verdades y los mitos sobre la maternidad
En todo caso, entre las verdades y los mitos sobre la maternidad se encuentran los siguientes:
- La mujer se pregunta si de verdad era lo que quería: no hay vuelta atrás, es una verdad contundente, pero no deja de tener cabida en la realidad. Las dificultades de lo incierto impactan en la vida de la mujer y le hace plantearse estas cuestiones. Es una sensación que algunos autores consideran normal, sobre todo en horas de la madrugada, cuando están amamantando y desearían no estarlo haciendo.
- El amor a primera vista con el bebé: no siempre surge tan pronto se ve. Hay sentimientos que se mezclan, lo cual también es experimentado por un gran número de mujeres, hay sorpresa, sentimiento de extrañeza e incluso tedio. La verdad es que luego de dar la luz no es que la mujer despierta llena de amor y con deseos de comenzar a sacrificarse por su hijo, por lo que es normal experimentar miedo y recordar la vida que se tenía antes con las cosas que se hacían. La relación entre madre e hijo también se va forjando con el pasar del tiempo y en la medida que la comprensión se va instalando.
- Las primeras semanas son bellas: es un mito frecuente, la verdad es que son fatales, pero, antes existía un mayor miedo a confesarlo, ya que se temía ser juzgada como “mala madre”. Las primeras semanas incluso pueden venir acompañadas con depresión, ya que son las más fuertes en cuanto al golpe que representa la transición. Hoy día se habla mucho más que antes sobre la depresión postparto.
- No hay coquetería por un tiempo: pues, ya las uñas no se deben llevar largas, así como tampoco se deben usar accesorios o bisuterías grandes; en cuanto a la ropa interior, la que predomina son los sujetadores de lactancia. En la primera temporada también pueden quedar suspendidas las fragancias o aromas fuertes, entonces el perfume tiene esencia a leche cortada. Ducharse no será fácil, así como tampoco lo será depilarse, sobre todo si se trata de una madre con poco apoyo en casa.
- Amamantar no es tan fácil como se dice: hay quienes promueven la lactancia con todos sus beneficios, pero sin mencionar los retos que implica. Hay bebés a los que les toma tiempo aprender a hacerlo. Los pezones también pueden doler y agrietarse.
- La mujer puede ser más violenta en sus reacciones: gracias a todas las alteraciones que está viviendo a nivel hormonal, las reducidas horas para dormir, y el no saber cómo responder ante cada nueva situación. En esta etapa es importante el diálogo, la paciencia y la comprensión, pues, incluso hay parejas que terminan en este período clave.
- Se desea que la etapa sea eterna, pero también que acabe: aunque suene una contradicción, esto también sucede.
Develar los mitos sobre la maternidad e instalar la verdad puede lograr que este momento se viva con amor, pero desde una manera realista y sin que las madres tengan que sentir culpa por experimentar ciertos sentimientos.
De cualquier modo, cuando lo que predominan son las imágenes tiernas y perfectas en las revistas y redes sociales, es mucho más difícil construir otro concepto sobre la maternidad.
Además de lo mencionado, es necesario naturalizar algunas situaciones y evitar menos llegar hasta las perfecciones que son irreales, por ello, tantas mujeres hoy día han comenzado a difundir imágenes verdaderas de su vivencia maternal.
Se debe asumir que el cuerpo experimenta cambios que no solo son físicos, sino también emocionales y afectivos. Pues, este es el resultado de crear vida.